El otro día me topé con el concepto de 0 – 1 product y aunque intuí bien qué significaba y tengo experiencia diseñando este tipo de producto, quise investigar para comprenderlo del todo. En esta entrada te quiero compartir lo que sé sobre diseñar productos 0 – 1.
Tabla de contenidos
Estos son los puntos que considero importantes sobre los productos cero a uno:
Productos 0 – 1 o productos cero a uno
Ya sabes que en el sector tecnológico se utilizan muchas abreviaciones como B2B, E2E y todas las demás que menciono en vocabulario UX. Por lo tanto no debe sorprenderte el concepto de hoy, lo que te puedes encontrar como 0 – 1 products en ofertas de empleo, posts de LinkedIn o mismamente en onboardings.
¿Qué es un producto 0 – 1?
Desarrollar un producto cero a uno (0 – 1) significa desarrollar un producto desde las primeras ideas o investigaciones que surgen de la nada (0) hasta el primer lanzamiento de producto que será en forma de MVP o versión 1.0.
Por lo tanto, los productos 0 -1 son un concepto propio de la gestión de productos (product management) de la cual, a nosotros nos compete la parte de diseño. Pero antes de abordar el asunto de cómo diseñar un producto 0 – 1, quiero que conozcamos algunas de las características propias de este tipo de productos porque establecen las necesidades de diseño.
Características de los productos 0 – 1
Ciertamente cada producto y proyecto tiene su propia idiosincrasia por las necesidades que cubre, por la audiencia a la que se dirige, por sus restricciones (legales, tecnológicas,etc) y también por las singularidades del equipo de desarrollo.
A su vez, los zero to one products comparten una serie de características que por lo que he investigado y puedo constatar con mi experiencia son las siguientes:
Incertidumbre
Si bien se dice que el producto inicia de la nada, yo apostaría por que comienza – y perdura – en la incertidumbre. Incertidumbre sobre cuál es – o debe ser – su valor, su público objetivo, su market fit, su modelo de negocio, sus competidores, cómo se debe desarrollar y en definitiva sobre todo lo que lo rodea.
Tanto es así que la metodología de trabajo suele consistir en averiguar. A veces no sabemos qué o a quién preguntar si es que somos conscientes de la necesidad de hacerlo. Además, a veces, aún haciendo las preguntas adecuadas no encontraremos respuesta y, sin embargo, hay que tirar para adelante bajo conjeturas que más tarde se podrán validar o refutar.
En otras ocasiones, las respuestas aparecen donde menos las esperas. Hallazgos que te descubren caminos que desconoces si son válidos o no. También son caminos que pueden hacerte dudar de lo ya recorrido.
A su vez, empezar de 0 significa que no exista una documentación, ni un código, ni diseños previos sobre los que apoyarse. Por lo que todo lo que hagamos deberá hacerse con la mejor intención de cara al futuro, pensando en la escalabilidad y en la facilidad de revisión y cambio futuro. Claro, que el futuro no se puede prever y por tanto, la mejor intención no garantiza el éxito.
Flexibilidad
Como consecuencia de la incertidumbre, los productos 0 – 1 implican mucha inestabilidad que vamos a enfocar como flexibilidad pues esta característica computa más como oportunidad que como problema.
Si bien es más probable que los productos cero a uno requieran cambios radicales que los productos consolidados, también implican renunciar a mucho menos. La inversión previa en tiempo, dinero y esfuerzo es mucho menor, así que el coste hundido también lo es. Por eso la flexibilidad es una oportunidad en este tipo de productos, porque los cambios se pueden hacer más rápido, renunciando a menos y más baratos porque no es lo mismo destruir una casa que un rascacielos.
Por otra parte, la falta de guía que aporta una documentación sólida, también conduce a una mayor flexibilidad. No tener componentes, ni manual de diseño, ni código que mantener en funcionamiento facilita no solo pivotar si se necesita. También, poder experimentar más.
En la línea de todo lo anterior, pero contemplando que un producto desarrollado puede tener mucho lastre que impida su expansión,
Finalmente, hay que tener en cuenta que los productos desarrollados pueden tener un lastre más o menos importante en forma de deuda técnica y de diseño. Por el contrario, los productos de nueva creación están aún libres de ese lastre.
Riesgo
Derivado de la incertidumbre llega el tercer factor común de los productos desde cero, el riesgo.
En este tipo de productos el riesgo se maximiza frente a productos consolidados. Lo encontramos en que la idea no sea buena (sobre todo si es original), que no exista demanda suficiente, en que el público objetivo no lo valore, que el modelo de negocio no sea el adecuado, o en cualquier cosa en realidad.
Si nos centramos más en la parte relacionada con el diseño de la experiencia de usuario algunos ejemplos son los siguientes:
- Riesgo en las funcionalidades
- Riesgo en la estética
- Falta de credibilidad
- Riesgo en la metodología de trabajo
¿Cómo diseñar productos 0 – 1?
Una vez conocidas las característica de los productos digitales nuevos podemos abarcar las acciones para diseñar productos 0 a 1 con éxito.
Investigar
Puesto que los productos desde cero son una incógnita, la investigación es fundamental. Si en los productos con trayectoria la investigación es un añadido importante, en este caso aún más. Todo lo que podamos investigar y comprobar tendrá un valor tan alto como la supervivencia del producto. Cuanto antes encontremos el market fit, el valor diferencial, los modelos mentales de los usuarios y demás, antes podremos empezar a crecer y ser rentables.
Algunas acciones interesantes en este sentido serían:
- Benchmarking y auditorías de la competencia para comprender qué y cómo lo están haciendo los demás. Además de saber qué funcionalidades dejan de cubrir.
- Análisis de tendencias para encontrar una corriente que dentro de nuestra ideología nos pueda beneficiar.
- Entrevistas, encuestas y estudios de campo para comprender bien al público objetivo con sus contextos de uso y necesidades reales.
- Estudios de usabilidad, card-sorting y demás a lo largo del proceso de creación para comprobar el valor del trabajo realizado hasta el momento.
Prototipar
Prototipar en realidad es crear puntos de control en los que evaluar la ruta tomada y a los que volver en caso de problemas. Son cortafuegos que permiten equivocarse de forma barata y ágil. Mejor tener que desechar una maqueta por haber olvidado algo, que un producto terminado. Por eso veamos algunos de estos cortafuegos:
Bocetos: diseñar el contenido con papel y boli es muy recomendable para estructurarnos las ideas, las relaciones entre los contenidos y la disposición de los mismos (layout). Algo que personalmente me encanta de los bocetos en papel es que los puede hacer cualquiera y vienen genial para plasmar ideas junto con los stakeholders que también pueden dibujar. Además, sirven para corregir aunque sea tachando o pintando encima.
Flujos y mapas: hacer esquemas conectando páginas, pantallas o incluso acciones es una buena práctica que si bien no será un pilar definitivo, sí una base que ayudará a asentar y comprobar que la arquitectura de la información tenga un cierto sentido y criterio. Para ello encontramos deliverables como los mapas de navegación, los sitemaps o los flujos de usuario.
Wireframes: crear wireframes de baja fidelidad en base a los bocetos, flujos y mapas puede ser buena idea para garantizar que la información hasta el momento queda clara y acordada para todos. A su vez, puede ser un paso de poco valor y tenga más sentido apostar por unos wireframes de fidelidad más alta para ahorrar tiempo. Por supuesto, los wireframes de alta fidelidad son necesarios para que el equipo (y quizá participantes de estudio) puedan valorar la estética y lo que se está proponiendo al diseño como por ejemplo la entendibilidad de la información o la legibilidad de los elementos.
Maquetas: las maquetas en forma de vídeo o de prototipos interactivos son bastante completas y dan una sensación casi real de uso. Por tanto son una opción buenísima para comprobar y discutir la calidad de la navegación, de las interacciones y de las animaciones.
Publicar
Publicar es el hito fundamental de los productos 0 a 1 y llega con el MVP. Esperar a publicar un producto completo sería demasiado arriesgado por costes y tiempos. Por eso, los productos 0 – 1 siempre se enfocan en cumplir una necesidad principal para un público objetivo lo más concreto posible, pero a su vez suficientemente fácil de alcanzar. No valdría crear una aplicación para alpinistas que solo suben 8000s, pero sí para alpinistas españoles.
Pese a la importancia del lanzamiento, no publicar no es necesariamente un fracaso porque son demasiadas las ideas y opciones que caen a lo largo del recorrido. Los cambios en la estética, en la personalidad, en la arquitectura de la información o incluso también en funcionalidades que se posponen o suprimen son parte del camino. Hemos visto que el riesgo es alto en este tipo de productos
De igual manera no es raro afrontar situaciones de cambio de modelos de negocio. Lo que al principio iba a ser una compra puntual puede terminar siendo una suscripción, un modelo freemium o con ingresos por otro lado. Incluso el producto final a vender puede cambiar.
Como vemos, si bien el MVP es el momento 1, no es el final del producto. Siempre hay lugar para cambios, añadidos y mejoras que se le pueden hacer a este tipo de productos.
Documentar y almacenar
Dada la incertidumbre y flexibilidad de los zero to one products, es probable que lo que se descartó en un momento vuelva a ser necesario más tarde. Por eso es tan importante documentar como almacenar.
Por supuesto la mayoría de cosas terminarán teniendo poco valor y no deberán documentarse ni almacenarse. Pero no corras con la limpieza porque lo que en un momento puede no tener sentido, puede tenerlo bastante más tarde. Ya hemos visto cómo los productos desde cero pueden cambiar hasta el modelo de negocio.
Por eso mi recomendación es que documentes todas las decisiones que puedas desde el inicio. Tener que justificar meses o incluso algún año después el porqué de una decisión es un horror si no tienes los datos del momento.
Y en lo referente al almacenaje lo mismo. Un flujo que puede descartarse por mil razones en un momento, puede ser una prioridad en el futuro. Por eso, cuantos más assets y diseños puedas almacenar, mejor.