Entender cómo interactúan los usuarios con una interfaz es un apartado clave para mejorar la experiencia de uso. Uno de los métodos más efectivos para evaluar la usabilidad de un producto digital son los recorridos cognitivos. Por ello en esta entrada, exploraremos qué son, cuáles son sus beneficios y cómo hacer los recorridos cognitivos.
Tabla de contenidos
Estos son los puntos que vamos a ver sobre los recorridos cognitivos:
Qué es un recorrido cognitivo
El recorrido cognitivo es una metodología para evaluar la usabilidad de un sistema. Esta técnica consiste en que un experto recree el mismo recorrido que seguiría un usuario novato para conseguir sus objetivos en un sistema y que además lo haga simulando su pensamiento. De ahí que sea un recorrido cognitivo.
De esta forma, el evaluador puede identificar los obstáculos a los que se enfrentan los usuarios y comprender qué les pasa por la cabeza a estos durante cada etapa hasta cumplir sus tareas.
Por tanto, los recorridos cognitivos son ejercicios de empatía en los que el evaluador (diseñador) se pone en la piel del usuario.
Beneficios y problemas de los recorridos cognitivos
Implementar un recorrido cognitivo en el proceso de diseño UX aporta una serie de ventajas o beneficios que pueden marcar la diferencia en la experiencia final del usuario. Veamos algunos de ellos:
- Identificación temprana de problemas de usabilidad: Permite descubrir barreras en la navegación sin necesidad de realizar pruebas con usuarios reales, lo que agiliza el proceso de mejora.
- Reducción de costos y tiempos de desarrollo: Al detectar problemas de usabilidad en fases tempranas, se minimiza la necesidad de costosas correcciones en etapas avanzadas del desarrollo.
- Optimización de la experiencia del usuario: Facilita la creación de flujos de interacción más intuitivos y eficientes, lo que mejora la tasa de éxito en la ejecución de tareas clave.
- Soporte en la toma de decisiones: Proporciona datos valiosos que ayudan a diseñadores y desarrolladores a priorizar mejoras con base en evidencias claras.
Claro que como todo en esta vida, el uso de los recorridos cognitivos también genera algunos inconvenientes que merece la pena nombrar:
- Dependencia del conocimiento del evaluador: La efectividad del análisis depende en gran medida de la experiencia y habilidades del experto en UX, lo que puede llevar a sesgos en la evaluación.
- Falta de datos reales de usuarios: Aunque se identifican problemas potenciales, no reemplaza las pruebas con usuarios reales, que pueden revelar comportamientos inesperados.
- Enfoque en tareas específicas: Se centra en tareas predefinidas, por lo que puede pasar por alto problemas en la exploración libre de la interfaz.
- No detecta todas las barreras cognitivas: Algunos problemas relacionados con la percepción y la emoción del usuario pueden no ser evidentes en un análisis teórico.
¿Cómo realizar un recorrido cognitivo?
Si bien los autores presentaron esta guía en la que explican qué es el recorrido cognitivo o Cognitive Walkthrough y cómo llevarlo a cabo, lo cierto es que en la práctica cada uno adapta esta metodología a sus necesidades reduciendo y modificando las preguntas.
Por ejemplo podemos plantear que para cada acción que un usuario debe realizar para completar una tarea, el evaluador necesita describir el objetivo inmediato del usuario y responder 8 preguntas:
- Primera/Siguiente acción atómica que debe realizar el usuario
- ¿Cómo accederá el usuario a la descripción de la acción?
- ¿Cómo asociará el usuario la descripción con la acción?
- ¿Todas las demás acciones variables son menos apropiadas?
- ¿Cómo ejecutará el usuario la acción?
- Si hay tiempos de espera, ¿cuánto tiempo tiene el usuario para decidir antes de que expire?
- Ejecutar la acción. Describir la respuesta del sistema.
- Describir el objetivo modificado apropiado, si lo hay.
Pero por ejemplo Spencer propone que reduzcamos todas estas preguntas a solo 2:
- ¿Sabrá el usuario qué hacer en este paso?
- Si el usuario hace lo correcto, ¿sabrá que lo hizo bien y que está avanzando hacia su objetivo?
A título personal yo soy bastante fiel a la metodología de nngroup y hago estas 4 preguntas:
- ¿Comprenden que la acción (paso) en cuestión es necesaria para alcanzar su objetivo principal?
- ¿El elemento interactivo que permite completar el paso es visible o fácil de encontrar?
- ¿Se entiende el significado de dicho elemento?
- ¿Verán los usuarios que han avanzado hacia su objetivo después de realizar la acción?
Además, para cada paso las posibles respuestas son sí o no. En caso afirmativo, hay que diferenciar si es por experiencia o conocimientos del usuario o si es porque el sistema lo indica con claridad.
Finalmente, evalúo si la tarea o paso a evaluar, se puede catalogar como éxito o fracaso.
En la siguiente tabla podemos ver todo esto que comento. Recuerda que las celdas de éxito o fracaso no son cabeceras de sus columnas, sino celdas que responden a si la tarea / paso ha sido exitosa o fracaso.

Así que, aquí te quedan 3 formas distintas para evaluar la usabilidad y mejorar la experiencia de uso con la técnica del recorrido cognitivo o cognitive walkthrough.