El realismo inocente, o en inglés naive realism, es el sesgo psicológico que nos lleva a creer que nuestra percepción del mundo es la más acertada y que muestra la realidad tal y como es, sin prejuicios ni filtros. Por ello, tendemos a descartar la posibilidad de que nuestras emociones, experiencias pasadas o identidad cultural influyen en la forma en que percibimos el mundo. Pensamos que lo que vemos es igual para todos.
Los choques culturales o problemas culturales parten de este sesgo psicológico. De hecho, tengo ejemplos vividos en primera persona. Es el caso de cuando viví en Suecia y descubrí que las casas pueden tener una sala en exclusiva para la lavadora y secadora o al vivir en Hungría y me enteré de que en la mayoría de países europeos las lavadoras se colocan en los cuartos de baño. Esto si bien es una minucia, sí es un choque cultural porque para mí la lavadora sólo podía ir en la galería o si no, en la cocina. Hoy en día, discuto con mi madre precisamente porque ella no concibe la lavadora en el baño.
El realismo inocente en los diseñadores
Como diseñadores es muy fácil equivocarse por estar influidos por el realismo inocente. Diría que es el sesgo que más nos sugestiona. Por ello es fundamental diseñar con base científica y de datos, no basándonos en nuestro propio gusto o el de los stakeholders como suele suceder. Tanto es así que se me ocurren muchos ejemplos de cómo el realismo inocente nos afecta en diseño de producto y diseño UX / UI. Veamos algunos de ellos.
En diseño de producto debido al realismo inocente posiblemente nos centremos en diseñar funcionalidades que para el equipo sean importantes o creamos que lo son para el negocio. Sin embargo, como pensamos que los demás tienen las mismas necesidades que nosotros, si el realismo mágico nos condiciona demasiado, no pensaremos en qué es lo que los usuarios o el negocio necesitan de verdad. De igual manera, este sesgo nos llevará a priorizar las features que más nos gusten a nosotros frente a otras que quizá sean más necesarias.
En diseño de experiencias de usuario este sesgo psicológico puede hacernos pensar que la experiencia deba ser de una manera determinada porque para nosotros es la mejor, incluso aunque no lo sea para el usuario final. Por ejemplo, podemos equivocarnos al diseñar la arquitectura de la información o mejor ejemplo es no tener en cuenta los principios de accesibilidad, algo de lo más común.
En diseño UI podemos tener preferencias o creencias de cómo deben ser las cosas y que sin embargo estas no transmitan nada al usuario final. Nuestros valores van a ser diferentes de los de por ejemplo un niño o una persona de una cultura e idioma completamente diferentes. Véase la diferencia en las GUIs de apps chinas con las de apps occidentales.
El realismo inocente en la investigación UX
En cuanto al sesgo psicológico de realismo inocente en investigación UX no estoy demasiado seguro de encontrar ejemplos de ello en los participantes de estudios de investigación. Por el contrario, sí los veo con claridad por parte de los UX Researcher.
Primero que todo como investigadores UX podemos creer que los objetivos de la investigación estén bien definidos sin que lo estén realmente, o que las preguntas estén bien orientadas a esos objetivos cuando tampoco.
Siguiendo con las preguntas, podemos creer que están bien formuladas porque nosotros las vemos claras pero que no lo estén y supongan problemas tanto al resto del equipo de investigación como a los participantes.
También por el naive realism podemos creer que la metodología a utilizar va a ser la correcta o la mejor y centrarnos más en esa pero estar equivocados y darnos cuenta bastante después. Por ejemplo, distintas personas pueden entrevistar o moderar debates con diferentes criterios o considerar válidas diferentes partes de los discursos. Quizá para nosotros es importante la comunicación no verbal pero no para el resto del equipo.
A la hora de plantear las tareas a los usuarios podemos creer que son fácilmente entendibles y que no van a generar ningún tipo de dudas en el usuario cuando en realidad sí pueden llegar a generarlas, lo cual es un problema problema importante en el caso de las encuestas que se lanzan y luego nos llegan las respuestas sin que tengamos opción de corregir las preguntas o resolver dudas por el camino.
En cuanto a la interpretación de los datos el realismo inocente también nos puede hacer equivocarnos, malentender las respuestas o llegar a conclusiones erróneas como consecuencia de entender comportamientos o palabras de una manera diferente a la que lo hace el entrevistado.